María Eugenia Suárez cuenta con más de 6 millones de seguidores en su cuenta de Instagram. Allí, comparte su día a día junto a sus hijos, Magnolia, Amancio y Rufina. Además, destaca su pasión por los animales.
En esta oportunidad, una curiosa captura de dos insectos muy próximos llamó la atención de sus seguidores. Se trata de dos caracoles, los cuales, posados en una hojas de una gran planta, estaban juntando sus rostros y la China asumió que se trataba de un beso entre estos pequeños animales.
Pero, ¿qué significa realmente el acercamiento entre estos particulares insectos? La imagen de dos caracoles “besándose” generalmente es una interpretación humana basada en la apariencia visual de los caracoles cuando se tocan o se acercan. Los caracoles pueden participar en diversas interacciones, como el rastreo de feromonas, la búsqueda de alimentos o la reproducción. Cuando se observa que dos caracoles se acercan o tienen contacto cercano, es más probable que estén realizando alguna actividad relacionada con su supervivencia y reproducción.
Por ejemplo, los caracoles pueden tocarse durante el cortejo y apareamiento. Durante este proceso, liberan feromonas para atraer a posibles compañeros y pueden tocarse o entrelazar sus cuerpos como parte de este comportamiento. Sin embargo, este tipo de interacción no debe interpretarse como una expresión de amor o afecto en el sentido humano, ya que carecen de la capacidad de experimentar tales emociones.
Las interacciones entre caracoles son principalmente impulsadas por instintos biológicos que buscan garantizar su supervivencia y reproducción. La idea de que dos caracoles se están “besando” es más una proyección humana de emociones y comportamientos en el reino animal que no tiene fundamento científico en cuanto a la experiencia emocional de los caracoles.
Por su parte, la China Suárez es una reconocida defensora de los derechos de los animales y estas situaciones la conmueven. Se ha expresado en contra del maltrato animal y ha participado en diversas campañas para promover su cuidado. En 2020, se unió a la organización PETA para denunciar la crueldad de la industria de ropa hecha a partir de pieles animales. También ha colaborado con otras entidades como “Refugio Franciscano” y “El Campito Refugio”.
Sus redes sociales son un reflejo de su amor por los animales, donde comparte fotos y videos de sus compañeros peludos. En 2023, rescató a un perro herido de la calle y lo adoptó, demostrando su compromiso con los animales en situación vulnerable. La China también se ha mostrado sensible a la situación de otras especies. En 2022, se involucró en la defensa de una familia de carpinchos que fueron desplazados de su hábitat natural. Ha utilizado su voz para denunciar la caza furtiva y el tráfico ilegal de animales.
La conexión de la China Suárez con los animales la convierte en un modelo positivo para sus seguidores. Su activismo y compromiso inspiran a otros a tomar acción por la protección de los animales. Ese amor por las mascotas, algo que heredó de su padre llega a tal punto en la vida de la China, que hasta se animó a escribirles un tema: “Escribí una canción de amor, que todo el tiempo parece que está dedicada a mi pareja hasta el final, que te das cuenta que es para ellos, para mis perros”. Y, ante la sorpresa de los periodistas, dejó muy clara su posición: “Los perros ocupan un lugar fundamental en mi vida. Somos un paquete, mis hijos, mis perras y yo”.
LA NACION