El presidente Javier Milei recibió este mediodía en la Casa Rosada al diputado nacional Cristian Ritondo, jefe del bloque Pro y un dirigente encolumnado con Mauricio Macri dentro de su partido. El almuerzo ocurrió cuando el acercamiento entre el jefe de Estado y el exmandatario ingresó en un terreno pantanoso y se alejó la posibilidad de una alianza formal entre La Libertad Avanza y el macrismo.
“Hay una dirección del cambio que hoy tiene el presidente Milei que por supuesto vamos a acompañar”, dijo Ritondo al salir del encuentro.
Ritondo es uno de los pocos referentes de Pro que tiene contacto directo con Milei, además de Macri y de, naturalmente, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El Presidente siempre ponderó el rol del jefe de bloque durante el tratamiento de la ley ómnibus en Diputados. “Hay gran parte de esa ley que saca cepos, corre el pie de encima de las empresas, hace un plan de inversiones de hidrocarburos, y delega facultades que son muy importantes que Argentina las tenga. Por eso acompañamos en función de una economía de Estado que se lleva la plata de todos los argentinos. Estamos acompañando el cambio”, dijo el diputado.
Y agregó: “Fue una muy buena reunión, me invitó a almorzar, compartimos el cambio que se está produciendo en la Argentina y charlamos básicamente del futuro, el proceso económico y la situación de la Argentina, las relaciones internacionales que tiene que tener el país y temas que tienen que ver con el contexto internacional”.
Macri esperaba dialogar mano a mano con Milei tras su regreso de su retiro Patagónico, al inicio de la semana pasada. El Presidente, sin embargo, dilató el cónclave para después de su viaje a Washington, que culminó anteayer. En el interín, la frialdad entre ambas terminales se intensificó y el clima se enrareció. Sobre a partir del cruce entre el gobernador de Chubut, Ignacio Torres (uno de los tres mandatarios provinciales que tiene Pro) y la Casa Rosada.
El expresidente primero intentó sin éxito mediar puertas adentro par destabar el conflicto por los fondos entre el patagónico y el Gobierno. Una vez que el conflicto escaló -con la amenaza del lock out energético y los agresivos mensajes del Presidente hacia el mandatario chubutense- Macri se replegó en un silencio estratégico.
Cuando los gobernadores de Juntos por el Cambio se solidarizaron con Torres, la Casa Rosada respondió con un comunicado institucional en el que embistió contra todos los caciques provinciales y, en un párrafo que no pareció azaroso, nombró especialmente a los dos de Pro: Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri (CABA).
Más allá del capítulo Chubut, lo que hay de fondo son serias discrepancias acerca de lo que implicaría una alianza más formal entre Pro y LLA. La mesa chica de Milei viene siendo impermeable a los intentos de Macri para ayudar con la gestión diaria. La Casa Rosada habla de un eventual interbloque en Diputados para fortalecer un espacio de derecha que diluya a los bloques de centro en el Congreso. Pero ese plan no genera ningún entusiasmo en Pro.
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