Sobre 19 actividades, 6 muestran signos positivos en verde, 7 están en amarillo y 6 permanecen en rojo, Según Coninagro, respecto al último mes, están mal la miel, vinos y mosto, granos, lácteos, ovinos y algodón.
El semáforo de las economías regionales presentado por Coninagro para el mes de marzo reveló un panorama estable, pero marcado por el aumento de costos y el impacto del clima. De las 19 actividades analizadas, 6 muestran signos alentadores en verde, mientras que 7 se sitúan en un amarillo de precaución y 6 permanecen en rojo, manteniendo una tendencia constante con respecto al último mes. Sectores como el porcino y el manisero, junto con el arroz, aves, bovinos y yerba mate, se mantienen en verde.
Sin embargo, los números más alarmantes emergen al ponderar este semáforo por volumen de producción. Aquí, un abrumador 88% de las actividades se tiñen de rojo, reflejando una situación crítica en cuanto a la capacidad productiva. Solo un magro 6% se encuentra en verde, mientras que otro 6% titubea en amarillo, señalando una situación de alerta generalizada en el sector.
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En ese sentido, el análisis de los precios al productor arroja datos igualmente desalentadores. Aunque se registra un incremento del 283%, este aumento se encuentra paralelo a la escalada inflacionaria, lo que sugiere un estancamiento en los márgenes de ganancia para los productores.
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Por otro lado, los costos de producción muestran un alza sostenida, con mínimos que superan el 200%, indicando presiones financieras adicionales para el sector.
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En este contexto, la persistencia de los efectos de la sequía del 2023 continúa impactando la capacidad de recuperación de muchas actividades, exacerbando aún más la precaria situación económica. Además, los desafíos en el mercado internacional, caracterizados por exportaciones con precios deprimidos, y un consumo interno en declive, agregan presión sobre los productores regionales.
Luces y sombras sobre un panorama complejo para lo agropecuario
Asimismo, señalaron que la subida constante de los costos de producción, sumada a la persistente influencia del clima como factor limitante, dejó a muchas economías en una situación de estancamiento. En el mercado interno, la falta de dinamismo es evidente, mientras que las señales externas muestran tendencias neutras o incluso negativas. La incertidumbre se cierne sobre aquellas actividades que aún permanecen en verde en el semáforo, destacando la necesidad de medidas urgentes para revertir la situación, explicaron desde Coninagro.
A pesar del panorama desafiante, hay ciertos sectores que vislumbran un futuro más prometedor. En el caso del arroz, se esperan buenas cosechas, aunque las exportaciones aún no despegaron completamente. Las aves, por su parte, continúan su proceso de recuperación productiva, con indicadores alentadores en todos los frentes. Sin embargo, persisten preocupaciones en el sector bovino, donde si bien se observa una mejora respecto al año pasado, la baja en el consumo genera incertidumbre sobre su evolución futura, detallaron.
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En tanto, Coninagro advirtió que las actividades que permanecen en rojo en el semáforo reflejan una situación alarmante. En el caso del algodón, la falta de señales de cambio de tendencia genera preocupación entre los productores. Los cultivos de granos, a la espera de estimaciones en marzo, enfrentan la inquietud por los precios externos. Mientras tanto, en el sector lácteo, si bien se observa una mejora en la ecuación precio-costo, la incertidumbre persiste ante otros indicadores.
Por otro lado, algunas actividades enfrentan desafíos particulares. En el caso de la miel, un año atípico llevó a una baja producción, con costos de movilidad cada vez más altos. La situación para los ovinos es igualmente complicada, con señales inciertas en el mercado. En cuanto al vino y mosto, a pesar de que la cosecha está en marcha, la atención se centra en los precios y el consumo, que aún no muestran signos claros de recuperación, concluyeron.