Seguro que comúnmente, cuando entras a un ascensor, te miras de inmediato en el espejo con un gesto casi instintivo. Poder observarse unos instantes en el reflejo, para comprobar que el peinado continúa en su lugar o revisar por última vez el look que elegimos, genera un momento de tranquilidad en medio del caos por las prisas de llegar al trabajo o a hacer trámites. Pero la razón por la que el espejo se encuentra en los ascensores no tiene nada que ver con eso.
¿Quién no se miró al espejo al entrar en el ascensor? La mayoría de ellos cuentan con él, a excepción de alguno que se encuentre en un edificio muy antiguo. Pero no solo funcionan como parte de la decoración del consorcio o como elementos prácticos para sus usuarios, también cumplen una función psicológica.
Los ascensores, incluso en los edificios más grandes y con mayor cantidad de inquilinos y departamentos, suelen tener un tamaño reducido y pueden llegar a generar una sensación de incomodidad o incluso desatar los síntomas de nerviosismo o ansiedad. Por ello, los espejos ubicados en su interior crearían una ilusión óptica de que el espacio sería más amplio de la realidad.
Esta sensación generaría un traslado más tranquilo y calmado para los vecinos y alejaría los síntomas de la claustrofobia. La inclusión de los espejos en el interior de los ascensores comenzó a aplicarse en la década de 1950, ya que también se emplea para ampliar la sensación del espacio. Es más, si el vidrio se ubica en todas las paredes, se multiplica este efecto óptico.
Otro motivo de la presencia de los espejos en los ascensores es la seguridad, ya que permite a los vecinos observar si el resto de sus acompañantes realiza algún movimiento extraño o trata de robar a otro.
Los ascensores pueden contener un sinfín de formas y apariencias, desde los más antiguos que no abren sus puertas de manera automática hasta aquellos que se componen completamente por una vidriera transparente. En las redes sociales, se volvió furor un ascensor por su peculiar forma de mecanismo.
Y es que este ascensor no tiene puertas y sus únicos elementos de seguridad son dos barras de metal que se encuentran en su interior para que las personas que se transportan en él se sostengan durante el viaje. Los vecinos del edificio compartieron el video de su funcionamiento en TikTok, donde acumuló millones de reproducciones y generó un sinfín de reacciones de sorpresa.
El ascensor se desliza de manera continua entre los pisos, mientras sube y baja a una velocidad determinada, necesaria para que los vecinos de la zona puedan adentrarse y salir de él cuando lo requieran. Su popularidad se originó en Alemania y en República Checa, pero esta dinámica causó terror entre los usuarios que no conocían este método de transporte.
Así, lo llegaron a bautizar “el ascensor de la muerte”. “¿Qué pasa si alguien se traba el pie?”, consultó uno. “Llegas a tardar un poco más y te caes”, apuntó otro. Un tercero añadió: “Si logro subirme, no me bajo nunca más”.
LA NACION