El debate por la suba de jubilaciones pone contra las cuerdas a Pro. Mientras evita romper la comunión parlamentaria con el oficialismo, trata de sortear la incomodidad que le genera a su dirigencia votar en contra de una de sus principales banderas discursivas: la defensa de los jubilados. Un sector que, en rigor, representa el núcleo duro de sus votantes. Durante la discusión en la Cámara de Diputados, donde el proyecto que busca recomponer los haberes previsionales obtuvo media sanción, muchos referentes macristas prefirieron ausentarse antes que dejar estampado su rechazo. En el Senado, el bloque que conduce Luis Juez deberá enfrentar esta misma disyuntiva en medio del tratamiento de la Ley Bases y la reforma fiscal.
“La discusión hacia dentro de Pro se esta complejizando y ahí entran a jugar todas las internas. No se qué va a pasar”, confió un dirigente amarillo a LA NACION sobre el debate previsional. Si bien el macrismo coincide con los libertarios en avanzar en un plan de ajuste del gasto, concibe ciertos límites en esta faena. Uno de ellos es la protección a los jubilados. Por eso, la intransigencia de Javier Milei frente a la licuación de los haberes previsionales divide al partido y amenaza con profundizar las fisuras. Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), los haberes jubilatorios tuvieron una caída del 28,5% interanual en términos reales al cierre del primer cuatrimestre de este año. En tanto, las jubilaciones que superan el haber mínimo registraron un 37% de recorte.
Desde la irrupción del economista de ultraderecha en la escena política, que capturó a parte de su electorado, el partido fundado por Mauricio Macri a principios del 2000 atraviesa una crisis de representación. Su dirigencia pendula entre sumarse de lleno a las filas del Gobierno o resistir estoicos el huracán libertario sin perder la claridad de sus ideas. Hasta el momento, no obstante, un consenso preservó la unidad en los bloques Pro del Congreso: apoyarán sin chistar la sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal para darle al Presidente las herramientas que necesita para gobernar. Después, impulsarán su propia agenda legislativa.
Sin embargo, esta consigna se desgastó tras las múltiples postergaciones que sufrieron las iniciativas del Ejecutivo. A casi seis meses de haber desembarcado en la Casa Rosada, los libertarios todavía no lograron su primera ley y los avatares políticos insisten en complejizar el rol de “aliados” de Pro. En este caso, la determinación de un sector de la oposición dialoguista de avanzar en la mejora de las jubilaciones expuso las contradicciones del macrismo, que incluso presentó en marzo un proyecto de actualización de haberes previsionales que combinaba el Índice de Precios al Consumidos (IPC) y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), similar al texto que aprobó Diputados, pero que no acompañaron.
“Es algo que se tiene que discutir después de la Ley Bases. No le podes hacer un agujero fiscal antes de darles las herramientas para gobernar”, señaló un importante diputado macrista. En la misma línea fue el discurso de María Eugenia Vidal durante el debate en el recinto. “Si sale el dictamen que estamos discutiendo le vamos a sumar 1.8% de aumento del gasto del PBI, cuando el Gobierno, para lograr déficit cero, tiene que bajar 5%. Desde el inicio de este Gobierno, se logró un ahorro fiscal desde diciembre a abril de 1.2%. Es decir, que si votamos este dictamen, vamos a gastar más que el ahorro que logramos los argentinos desde diciembre a abril”, explicó. “Hoy estamos discutiendo una manera irresponsable de gobernar, que cree que se pueden reconocer derechos sin que estén los recursos“, sentenció Vidal.
En rigor, el impacto de lo aprobado en Diputados rondaría el 0,4% del PBI, según una estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC)
A pesar de esta encendida defensa, la exgobernadora bonaerense se ausentó a la hora de votar. Como ella, otros seis diputados de Pro evitaron tomar un posicionamiento en este tema. En la Cámara alta, donde el oficialismo está en una situación de mayor debilidad, la prescindencia del macrismo terminará de consolidar la obtención de los dos tercios de los presentes por parte de la oposición, que ya hace números para revertir un posible veto presidencial.
El propio Macri salió a criticar este domingo la votación en Diputados, haciendo énfasis en que Pro también quiere aumentar las jubilaciones, pero señalando que la movilidad jubilatoria votada no está acompañada por los fondos que la financiarán. Acusó a los diputados de la “mala política” que la votaron de oponerse a la privatización de las empresas deficitarias y les recriminó no habilitar antes la Ley Bases.
“Esos dirigentes dicen querer lo que todos queremos: que los jubilados cobren más. ¿Qué duda cabe de que queremos eso? Pero son ellos los que se oponen a bajar el gasto de la política irresponsable que genera hiperinflación y destruye el poder adquisitivo, afectando no solo a los jubilados, sino también al resto de los argentinos”, escribió el expresidente en la red social X.
Le contestó el diputado radical Martín Tetaz. Primero, le recordó que Diputados (y su espacio) ya le dio media sanción a la Ley Bases y que en ella repusieron tanto el impuesto al tabaco que rechazó la “mala política”, en alusión a Pro, así como un capítulo para que Milei recorte gastos fiscales como “los privilegios de Tierra del Fuego”, que el gobierno de Cambiemos mantuvo. Segundo, le advirtió que el impacto fiscal de la movilidad jubilatoria propuesta por la UCR y votada es “prácticamente” el mismo que preveía el proyecto de Vidal (que, en cambio, proponía pagarle en cuotas a los jubilados).
Antes de llegar al recinto del Senado, no obstante, el proyecto con media sanción deberá discutirse en comisiones. Para tranquilidad del Gobierno, la presidenta de la comisión de Trabajo y Previsión Social es la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, de Pro. Una aliada de los libertarios que trabajará en sintonía con la estrategia que dicte el oficialismo. Sin embargo, ante la consulta de este medio, la senadora evitó responder sobre la iniciativa previsional y dictaminó: “Tengo mi cabeza puesta en la Ley Bases”.
Esta frase se repitió entre los referentes Pro de la Cámara alta, quienes esquivaron cualquier pronunciamiento sobre el texto girado por Diputados. En 2016, el gobierno de Cambiemos motorizó la ley de reparación histórica a los jubilados (como herramienta para aprobar el blanqueo de capitales), cuyo objetivo fue actualizar los haberes de quienes consideraban que estaban recibiendo montos inferiores a los que les correspondían, ya sea por falta de actualización o por irregularidades en sus historias laborales. Además, la medida estableció un sistema de mediación entre el Estado y los jubilados para resolver estos conflictos, con el fin de corregir las desigualdades y mejorar su situación económica.
“Hay que tener en cuenta los valores originarios de Pro. Pasamos de la reparación histórica a esto, evidentemente la puja es convicciones vs. conveniencia”, se lamentó un dirigente del sector más dialoguista del partido, que no está de acuerdo con votar en contra de la recomposición propuesta.