El mundo de la música está de luto por la repentina muerte de Liam Payne, quien falleció a los 31 años en un hotel en Buenos Aires. El exintegrante de One Direction se encontraba en la ciudad como parte de su carrera musical cuando sufrió una tragedia inesperada. A medida que los fanáticos de todo el mundo procesan la noticia, también recuerdan los capítulos más enigmáticos de la vida del artista, como los fenómenos paranormales que vivió en su lujosa mansión en California.
Según el medio The Sun, antes de su fallecimiento, Payne había sido el dueño de una mansión en Calabasas, California, que se volvió famosa no solo por su diseño opulento, sino también por las historias sobrenaturales que circulaban en torno a ella. Payne adquirió la propiedad en 2015 y vivió allí con su entonces pareja, Cheryl Cole, mientras esperaban el nacimiento de su hijo Bear en 2017.
La mansión contaba con todas las comodidades que una estrella de su nivel podría desear: cinco dormitorios, ocho baños, una sala de cine privada, una biblioteca, y una piscina exterior. Además, incluía una bodega de vinos, un estudio de grabación en una casa de huéspedes separada y un centro de meditación con spa. A pesar de estos lujos, el ex One Direction pronto comenzó a sospechar que no estaban solos en la casa.
Durante su tiempo en la mansión, Liam Payne relató en varias entrevistas que había experimentado sucesos extraños que lo llevaron a creer que la casa estaba embrujada. En el medio citado, explicó que las luces se encendían y apagaban por sí solas y las canillas se abrían sin explicación. Cheryl Cole también compartió este sentimiento de incomodidad, al punto de que se negaba a dormir en la planta superior de la casa mientras estaba embarazada, convencida de que algo no estaba bien. La pareja optó por dormir en la sala de cine de la mansión, tratando de evitar los supuestos fenómenos sobrenaturales.
Payne llegó a mencionar en una entrevista que su madre fue advertida por una mujer que el fantasma del antiguo propietario aún rondaba la mansión. Estas historias impactaron en la reputación de la mansión, que luego fue puesta a la venta. Tras su separación de Cheryl Cole en 2018, Payne decidió vender la casa, inicialmente por US$14 millones. Sin embargo, la propiedad no logró atraer compradores de inmediato, y después de varias reducciones en el precio, fue finalmente vendida en 2020 por US$10.2 millones a la cantante Halsey.
El paso de Liam Payne por esta mansión dejó huella por los lujos de la propiedad y también por el aire de misterio que la rodeaba. A pesar de haberse mudado, Payne continuó experimentando sucesos inexplicables en otras residencias, lo que alimentó más el interés en las historias de lo paranormal que compartió a lo largo de los años.
Con la trágica noticia de su fallecimiento, su legado se recuerda por la música, pero también por los momentos más personales y extraños que vivió fuera de los escenarios. Además, su partida deja un vacío en el corazón de millones de fanáticos, quienes seguirán recordando tanto su talento como los misterios que lo acompañaron en vida.
EL TIEMPO (GDA)
Conforme a los criterios de