El informe sobre la Industria Nacional muestra que siguen cayendo los índices y esto agrava la situación general
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) publicó su informe con los datos de la actividad de la Mediana y de la Pequeña Industria Nacional y no logran disimular la caída de todos los sectores, en comparación con el año anterior
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Quizá como nunca, resulta dramático observar los números crudos de la actividad de la mediana y pequeña industria, que se comportan exactamente al revés que los datos que arrojan los informes en las mismas actividades el resto de los países de la región. Esta comparación hoy resulta imprescindible debido a que la gestión de Milei ha reducido aranceles de importación lo que impacta directamente en las expectativas fabriles de Argentina, que sigue en un tobogán sin freno
Chocan
La definida política que lleva adelante la gestión de La Libertad Avanza, aunque despierte simpatías en grandes sectores de la actividad económica, choca con el desarrollo de la industria nacional, principalmente en los sectores de la pequeña y mediana industrias. La manifiesta intención de favorecer a las actividades primarias, extractivistas en minería y petróleo, y también a las agrícolas, deja a la intemperie a los segmentos que agregan valor a través de la industrialización, la innovación y el conocimiento. Asimismo estos sectores -lo que no deja de sorprender- siguen demandando en primer lugar la baja impositiva, antes que los estímulos al consumo
Ranking de problemas
Como se ve claramente, el problema más ostensible que devela este informe es la falta de ventas, seguido por el costo elevado de producción. Cuando se incluye en el análisis cuánto de lo que se produce desde el sector de la mediana y pequeña industria es para exportar y cuánto para el mercado interno, la cuenta revela adónde radica el grave problema: en la incapacidad de consumo de la sociedad argentina
El vaso medio lleno y el reemplazo de la fe en lugar de la ciencia
La teoría surgida de la mercadotecnia, en la que se sugiere que es mejor concentrar los análisis destacando la mitad del vaso llena, en vez de la otra mitad, vacía, responde -precisamente- a generar acciones y políticas de incentivos, sustituyendo las retracciones en las inversiones. Desde la asunción de Milei a la presidencia, vastos sectores de la economía persisten en este designio, sin contemplar los propósitos del mismo, casi como una cuestión de fe. Tanto así que en las consideraciones positivas incluyen la «menor caída», o sea, festejan una caída con índices más leves, celebran que la pendiente en bajada se atenúa, sin considerar que eso, más que una señal de aliento, es una ley invariable de la física gravitacional. Una pluma y un piano precipitan a la misma velocidad y si nada interrumpe su trayecto, piano y pluma no se detendrán hasta llegar al suelo
Cuando en el diagnóstico está la terapia
Según este trabajo elaborado por la CAME, la dificultad para pagar salarios no exime a ninguna de las actividades industriales. Si se consideran las variables que intervienen, toda sofisticada explicación será redundante. El primer problema del sector (ventas insuficientes) con imposibilidad de consumo del mercado interno, y ahora, con el creciente desempleo (dificultad para conservar el plantel de empleados) da como resultado esta situación que por esta misma senda, no se va a alterar. Revertir la situación perdidosa no requiere demasiada imaginación, y no será precisamente el muy celebrado superávit fiscal lo que lo provoque
Caída, oportunidad y vocación
El descenso interanual de la actividad manufacturera ha sido del 6,6% pero el acumulado en los meses medidos de este presente año señalan una retracción del 15,1%. Un dato significativo es que sólo se está ocupando el 60% de la capacidad instalada, índice catastrófico pero que da la oportunidad para que, con políticas de estímulo y garantizando tarifas de energía posibles de afrontar, la situación es rápidamente pasible de ser revertida. Una oportunidad que sólo exige decisión política y la suficiente vocación para que se conciba un país, una Argentina conformada por todos los sectores, actores de la producción y consumidores con suficientes recursos