Tokio, 30 oct (EFE).- El Banco de Japón (BoJ) inició este miércoles su reunión mensual sobre política monetaria, en la que se espera que mantenga los tipos de interés intactos mientras evalúa el impacto económico y en los mercados de las elecciones generales del pasado domingo, que dejaron un incierto panorama político para el país.
Según analistas, es probable que el BoJ mantenga los tipos en el 0,25 % en la reunión que concluye este jueves, tras las elecciones en el país asiático del domingo y a menos de una semana de los comicios presidenciales en Estados Unidos del 5 de noviembre, un factor que podría afectar incluso más a los mercados bursátiles y de divisas.
La junta de política monetaria del banco central japonés ha apuntado a que seguirá en una ruta hacia la normalización de su estrategia monetaria tras una década de flexibilización y siempre y cuando la inflación y el crecimiento del país no se desvíen de sus proyecciones.
Se espera que la próxima subida de tipos del BoJ se produzca a finales de este año o inicios del siguiente, después de que el organismo elevara los tipos por última vez en julio y tras poner fin a su política de tipos negativos en marzo, en la que supuso la primera subida en 17 años.
La reunión del BoJ se produce en un marco de complejo clima político en Japón después de que el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio de coalición, el budista Komeito, perdieran la mayoría parlamentaria en las elecciones del domingo, obligando al primer ministro, Shigeru Ishiba, a buscar apoyo en partidos menores de la oposición para poder formar gobierno.
Esta incertidumbre se ha traducido también en una fuerte caída de la divisa local, el yen, que se situó esta semana por encima de la barrera de las 153 unidades frente al dólar, un nivel que no se había visto desde hace tres meses.
Esta tendencia se atribuye a la diferencia entre la estrategia monetaria del BoJ, que aunque ha comenzado a dar pasos hacia la normalización, aún aplica un enfoque muy diferente al de otras entidades de referencia como la Reserva Federal estadounidense (Fed) o Banco Central Europeo (BCE), las cuales aún fijan tipos de interés notablemente más altos.
Con respecto a la normalización de la política monetaria del país, Ishiba ha venido mandando un mensaje ambiguo, diciendo que el BoJ «es el que debe lograr la estabilidad de precios», aunque sí aseguró «una estrecha colaboración» con el mismo.
El índice de precios al consumo (IPC) de Japón subió un 2,4 % interanual en septiembre, con lo que encadena 37 meses consecutivos de subidas del indicador, que lleva ya más de dos años por encima de la meta inflacionaria del 2 % del BoJ. EFE