Al mismo tiempo que en Comodoro Py armaban la sala para leer el veredicto contra Cristina Kirchner, la ex presidenta publicaba un video en Twitter anunciando que iba a protagonizar un acto en Moreno. La mañana del miércoles 13, el día que confirmaron la sentencia en su contra, la flamante titular del PJ decidió mostrarse con una agenda paralela. Intentando aparentar que lo que la Justicia decidía para su futuro no era lo importante. Aunque lo cierto es que sí lo es.
El peronismo hizo un reclamo al unísono sobre la decisión judicial. Se volvió a hablar de “Lawfare” y de proscripción, a pesar de que, con las condiciones actuales, la ex presidenta podría ser candidata en el 2025 si la Corte Suprema no falla en su contra. Pero hubo una rápida reacción del PRO para empiojarle más la situación: si se sanciona la Ley de Ficha Limpia tal como fue elevada a la Cámara de Diputados, el panorama se pondrá más oscuro para Cristina. La nueva batalla K se mudará de Tribunales al Congreso.
Las dos agendas de Cristina.
Mientras los jueces de Casación Mariano Borinsky, Diego Barrotaveña y Gustavo Hornos confirmaban la sentencia de la Causa Vialidad a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, la ex presidenta hablaba bajo la sombra de un árbol, para un grupo de 400 mujeres, en Moreno. “Cuando sos mina, cuando sos mujer, todo te lo hacen veinte veces más difícil. Y si por algo me castigan no solamente es por todo lo que hice, sino porque soy mujer también”, dijo ante el aplauso de la militancia. Luego, agregó: “No se bancan discutir con una mujer y que no puedan tener razón. Y como no me pueden pegar, porque viste que cuando uno discute y no tiene razón, ‘pum’, piña. Y como no me pueden dar la piña, entonces hacen las cosas que hacen. Como las que hicieron hoy en Comodoro Py”.
“No importa, chicas, al lado de lo que tuvieron que aguantar miles y miles de mujeres en condiciones horrendas, esto no lo veo como un sacrificio sino casi como una obligación de alguien que tiene un proyecto de país y un modelo de sociedad”, cerró la ex presidenta.
El peronismo salió en defensa de Cristina. Incluso Ricardo Quintela, el gobernador riojano que quiso disputarle la presidencia del partido, se solidarizó con la ex mandataria por la “gran injusticia que vivió”. “No hubo ni hay pruebas de nada, solo hay saña para estigmatizarla y perseguirla con violencia. Hasta un intento de magnicidio tuvo. ¿No les parece suficiente ya?”, escribió en Twitter.
La búsqueda por liderar al PJ tenía también el objetivo de aumentar la potencia del mensaje. El argumento oficial sostiene que no solo persiguen a una ex mandataria, sino que también es la presidenta del principal espacio opositor.
Del otro lado del arco político hubo celebraciones varias por la decisión de la Justicia. Lejos de las cataratas de mensajes que suele volcar en Twitter y del tono vehemente con el que acostumbra a comunicar por esa red social, el Presidente escribió: “Recuerdo que en la campaña fuimos criticados por no expedirnos sobre la culpabilidad de Cristina Fernández de Kirchner. Por los mismos que hoy hablan de respeto a las instituciones. Bueno, en el día de hoy (durante este gobierno) la Justicia argentina confirmó la condena e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos de la ex presidente”. Y completó: “Hoy podemos afirmar sin ninguna duda que Cristina Fernández de Kirchner es culpable de actos de corrupción”.
La batalla final de Cristina.
Cerca de la ex presidenta aventuran fecha para ver cuándo podría fallar la Corte Suprema al respecto. Hacen futurismo. Algunos llevan a la mesa casos previos a la pandemia que fueron resueltos este año. Otros, los más optimistas, hablaban de expedientes que llevaron décadas en resolverse. El máximo tribunal de Justicia no tiene plazos establecidos por ley: podría tomar la causa y sentenciar con celeridad o hacerlo dentro de muchos años. CFK aspira a que suceda esto último.
De hecho, en ese juego de especulaciones, cree que la Corte no está en condiciones ahora de avanzar. A fin de año se jubila Juan Carlos Maqueda y en el tribunal solo van a quedar Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. El Gobierno espera que el Senado avance con las designaciones de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, que quedaron empantanadas, para completar el cuerpo. Si no sucede, no descartan hacerlo a través de decretos.
Mientras tanto, en el oficialismo aseguran que no tienen temor de enfrentar a Cristina en el 2025. Incluso la confrontan. “Como bonaerense, yo digo que ojalá que compita el año que viene. Para ganarle y, como dijo el Presidente, clavar el último clavo del ataúd al kirchnerismo”, dijo en conferencia en el Congreso José Luis Espert.
Antes de que la Corte avance con la sentencia definitiva, podría haber novedades en el Congreso. Es que, horas antes de que Casación confirmase la sentencia de Cristina, el PRO pidió una sesión especial para el miércoles 20, para tratar el proyecto de Ficha Limpia.
Con el dictamen de mayoría que tiene el partido liderado por Mauricio Macri, la inhabilitación a un candidato sería efectiva “desde que exista sentencia condenatoria, aunque no se encuentre firme, siempre y cuando resulte confirmada por un órgano judicial de instancia superior”. En el caso de Cristina, Casación. El peronismo, por su parte, tiene un dictamen de minoría en el que exige que la ficha limpia se aplique solo al quedar firme el fallo. Es decir, luego de la resolución de la Corte. En uno y otro bloque ya hacen números sobre qué podría pasar.
“Si se aprueba Ficha Limpia, va a ser una ley con nombre y apellido”, protestan en el kirchnerismo. Es que consideran que cada vez que hay una avanzada judicial contra Cristina reaparecen en el Congreso con el debate. El proyecto tuvo dictamen por primera vez en el 2017. En esa oportunidad se buscaba la inhabilitación para candidatos con condena de primera instancia. La particularidad es que en esa ocasión Juntos por el Cambio había contado con el apoyo del Frente Renovador, de Sergio Massa, luego aliado de CFK. No tuvieron suerte.
Lo intentaron en otras oportunidades hasta llegar a esta, con la ex presidenta ya condenada en doble instancia y con un nuevo dictamen que exige el doble conforme. “El proyecto evoluciona de acuerdo a la suerte judicial de Cristina”, dicen con sarcasmo en el kirchnerismo.
A pesar del esfuerzo por demostrar que su agenda es independiente a lo que pase en la Justicia, el futuro político de Cristina depende de lo que resuelva el Congreso, en primera instancia, y la Corte Suprema luego. Nunca estuvo tan cerca de estar inhabilitada para competir, de cara a una elección en donde el peronismo podría necesitarla encabezando la lista. El plan del kirchnerismo para el 2025 podría cambiar rotundamente en las próximas semanas.