Las mentiras de Milei sobre los salarios. La inflación real. Las contradicciones de un esquema precario. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos.
Jueves 21 de noviembre 23:49
- Una parte ínfima del país, los llamados “mercados”, un puñado de especuladores, en definitiva, el gran capital, está de fiesta ¿Por qué?
- Porque sube las cotizaciones de las principales empresas que cotizan en la bolsa gracias a que aumentaron de manera exorbitante sus ganancias. Es lo que reflejan los balances de las empresas de energía, de los bancos, de varias de las grandes compañías industriales, que en algunos casos quintuplicaron sus ganancias.
- La fiesta también se refleja en la baja del Riesgo País, en la suba de los bonos argentinos. Es una señal de que hay confianza en los “mercados” en que el gobierno pueda pagar la hipoteca de la deuda odiosa.
- Pero está fiesta no es indicación que todos nos va bien. Por el contrario, se da en simultáneo que el año 2024 va a ser el segundo consecutivo de recesión, que existe un 52,9 % de la población bajo la línea de la pobreza y se registra un aumento de la desigualdad muy importante.
- Pero veamos en detalle otros aspectos del lado oscuro de la fiesta financiera.
1) Salarios por el piso
- Esta semana, en una entrevista con Esteban Trebucq, el presidente Javier Milei afirmó que los salarios se recuperan medidos en dólares. Es cierto. El problema es que para evaluar las condiciones de vida de las trabajadoras y los trabajadores no basta con mirar el salario en dólares.
- Lo central es mirar el salario en relación al avance de la inflación, es decir medir el poder adquisitivo del salario en relación a los precios de los bienes y servicios que se consumen.
- Cuando se observa el poder adquisitivo del salario en septiembre (último dato oficial del INDEC) todos los segmentos están por debajo del nivel que tenían en noviembre de 2023 gracias al golpazo que recibieron con la devaluación del ministro de Economía, Luis Caputo.
- La pérdida anual es del 13 % interanual para los sectores formales (privado y público) cuando se compara el promedio de 2024 con el promedio de 2023. En el sector privado, el poder de compra es 9% más bajo que en el promedio 2022-2023; en el sector público es 21 % más bajo; y entre los informales 33 % menor. No solo eso. En 2023-2023 los salarios ya estaban en un nivel bajísimo.
- En agosto, según datos de la Secretaría de Trabajo, el salario promedio de bolsillo en el sector formal privado estuvo apenas por encima de un millón de pesos ($1.038.471). Este valor estuvo apenas por encima de la canasta de pobreza ($940 mil) y muy por detrás de la canasta de consumos mínimos que estima ATE Indec que en agosto costó $1.468.989. Esta canasta de consumos mínimos contempla el pago de un alquiler, algo que la canasta de pobreza no incluye.
- Obviamente, entre los estatales y los informales tienen salarios promedio muy por debajo.
- Todo lo que dice Milei sobre el salario es pura ficción.
2) Inflación disimulada
- Hoy el INDEC mide la inflación a través de una estructura de ponderaciones que remite a la Encuesta de Gastos e Ingresos de los Hogares 2004/05, que fue actualizada de manera indirecta hasta 2016. Ya existe una encuesta actualizada que, según algunos trascendidos, el gobierno se niega a implementar.
- ¿Cuál es la causa? Que con una nueva ponderación los tarifazos impactarán más fuerte en el índice de precios. Actualmente, el ítem “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” pondera un 10,5 % en el PBA.
- Esta ponderación está subvaluada si se la compara, por ejemplo, con la que tiene el IPC medido por la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, que es de 17,43%.
- Es decir, que, si bien es cierto que la inflación se desaceleró, también es cierto que está subvaluada y todavía es muy alta.
3) Atraso cambiario y sus efectos
- La inflación, aunque se desaceleró, todavía se ubica en un nivel superior al “crawling peg”, esto es al ritmo de aumento del dólar oficial, que sube 2 % todos los meses.
- Esto produce un atraso cambiario. Esto implica que el aumento de los bienes y servicios en el país por detrás de la suba del dólar encarece a la Argentina frente al mundo.
- Según el Tipo de Cambio Real Multilateral que calcula el Banco Central, el 20 de noviembre de 2024 el índice estaba en 81,19. Es casi el mismo nivel que tenía cuando asumió Milei. Y se ubica muy por detrás del máximo del último año que fue de 162,19 el 14 de diciembre de 2023 luego de la devaluación de Caputo.
- Debido a que por el tipo de cambio atrasado Argentina se encarece frente al mundo, la consecuencia es que la balanza cambiaria del Banco Central se convirtió en negativa desde junio: esto significa que salen más dólares de los que entran.
- También el efecto se observa en que se achica el superávit comercial de bienes: esto es la diferencia entre las exportaciones e importaciones. El saldo comercial se redujo desde un máximo de U$S 2.640 millones en mayo a U$S 888 millones en octubre.
- De conjunto, el problema se sintetiza en que el Banco Central no logra acumular reservas a pesar del blanqueo y del “carry trade” es decir del cambio de carteras a pesos de los fondos especulativos.
- Las reservas netas del Banco Central son negativas en alrededor de U$S 5.500 millones. Y esta situación de reservas en rojo lleva al problema de los problemas.
4) La hipoteca de la deuda
- El oficialismo organizó toda la política económica y su presupuesto 2025 con la famosa “regla fiscal” persiguiendo un solo objetivo: pagar la fraudulenta deuda externa.
- Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, entre 2025 y 2034, existen vencimientos de deuda en moneda extranjera por casi U$S190 mil millones.
- En 2025 vencen U$S 13,5 mil millones. Por ahora, el gobierno dice tener garantizados los pagos de enero por unos U$S 3.000 millones. ¿Cómo pagará el resto? No se sabe. Por eso, el gobierno prepara un nuevo festival de endeudamiento con el FMI y acreedores privados.
- La fiesta puede terminarse abruptamente o prolongarse si el gobierno consigue financiamiento externo. Pero, en cualquier caso, es una fiesta para que ganen los mismos de siempre.
Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.