Cristian Medina se va de Boca: un grupo empresario pagó su cláusula y lo prestaría a Estudiantes
El volante, peleado con la dirigencia xeneize, pasó a pertencer al polémico empresario Foster Gillett, quien desembarcaría próximamente en el club de La Plata.
El volante Cristian Medina pasará de Boca a Estudiantes de La Plata en los próximos días, una operación que trascendió este viernes y que está dando mucho que hablar porque en el medio está el promocionado grupo empresario del estadounidense Foster Gillett y su acuerdo, por ahora de palabra, con el elenco pincha.
La novedad está edulcorada por toda la operatoria pro Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), avanzada oficialista que no descansa ni a fin de año. Pero en realidad, la cosa no pasa de una habitual operatoria entre grupos empresarios, clubes y la siempre sospechosa triangulación con otro equipo. De manual.
Los números de la transferencia son los siguientes. Medina ejecutó su cláusula de salida de Boca a cambio de 15 millones de dólares y firmaría con Estudiantes a préstamo por seis meses. Claro que lo de «ejecutó» es un mero decir: el que compró el pase del futbolista es el grupo empresario en cuestión, que primero deberá inscribirlo en un club de su propiedad -sería Rampla Juniors, recientemente privatizado, ya que el acuerdo con Estudiantes por ahora no fue aprobado- y luego lo mandará a préstamo a La Plata antes de ubicarlo en el fútbol europeo. Medina no juega en la primera de Boca desde octubre, cuando pidió que se definiera su situación antes del compromiso que tenía Boca ante Gimnasia por la Copa Argentina. Desde ese momento, el entrenador Fernando Gago ya no lo tuvo en cuenta porque consideró que el volante no estaba comprometido con el club.
Así las cosas, Boca se llevará una moneda muy considerable por el futbolista de 22 años, 160 partidos y 9 goles en el club, que venía sin jugar y tenía al Fenerbahce turco como principal interesado, mientras que Estudiantes gozará de sus servicios a cambio de servir de vidriera para que el grupo de Gillett intente aumentar la cotización de su nueva inversión. Aunque no faltan quienes señalan que su breve paso por La Plata sería apenas un favor a los altos mandos nacionales y su avanzada SAD.
Queda por ver si la entidad presidida por Juan Sebastián Verón negocia algún porcentaje de la ficha para no hacer meramente de vidriera, mientras los millones pasan por delante suyo. Por lo pronto, nada nuevo bajo el sol.
Vale recordar que hace poco más de un mes, el presidente pincha anunció que firmaría un preacuerdo con el cuestionado empresario estadounidense -tuvo un paso por el Liverpool de Inglaterra repleto de promesas incumplidas- que le permitirá al club recibir una inversión inicial de alrededor de 150 millones de dólares, generando una sociedad mixta que no violaría el estatuto de la AFA. Como suele suceder en estos casos, no está claro qué se lleva el grupo empresario a cambio de su inversión.
El preacuerdo que será firmado por Gillett (representado en Argentina por el empresario Guillermo Tofoni), establece un compromiso de reinversión durante más de 15 años que abarcaría el fútbol profesional, las divisiones inferiores, otras disciplinas e infraestructura edilicia, como el techo del estadio Uno y un centro de entrenamiento.
En los próximos meses, abogados y contadores de ambas partes afinarán los detalles para someter el contrato definitivo a la aprobación de los socios en una Asamblea Extraordinaria.