miércoles, 1 enero, 2025
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Círculo rojo: Festejo industrial, el encuentro entre el Señor 5y el Señor 8 y reajustes en Cancillería

El ex AFI Silvestre Sívori (Maximiliano Luna)

La llegada fue un tanto caótica porque esa misma noche, enfrente, a escasos metros del quincho del Hipódromo de Palermo acondicionado para el agasajo, Luis Miguel cerraba su gira por Buenos Aires. Por suerte para los invitados no fue más que una demora justificada que no amargó en lo más mínimo la fiesta de 50 de José Urtubey, un evento para caballeros que reunió a una nutrida concurrencia de amigos porteños del industrial salteño que incluyó desde los salientes embajadores de la Unión Europea y de Uruguay hasta empresarios como Martín Cabrales, Gianfranco Macri, Gabriel Martino, Luis Galli y Juan Napoli hasta Sebastián “Pappo” Roca y Rodolfo Smith Estrada, además del dueño del lugar, el intendente Federico Achával.

Mollejas, chorizo al pan y morcillas, y colita de cuadril braseada con cebollas caramelizadas como plato principal, sin protocolos, los invitados brindaron en la previa de Navidad por un diciembre ‘muy apacible’ en términos de conflictividad social que, según coincidieron en su mayoría, esperaban bastante más caliente cuando Javier Milei se hizo cargo de la Presidencia. Una semana después, “El Pájaro” Martino, cada día más fanático del proyecto libertario, compartiría algunas de sus impresiones de fin de año en el encuentro convocado por Sandra Pettovello en las oficinas de Capital Humano, en especial en una discusión algo acalorada en la que se trenzó con el sindicalista Gerardo Martínez, que pidió una política sostenida de construcción de viviendas sociales por parte del Estado, a lo que el ex banquero respondió: “Eso lo tienen que hacer los privados”. Después de un debate respetuoso de varios minutos, terminaron a los abrazos. Los une un vínculo estrechísimo con el gobierno.

En el quincho del Hipódromo, además del medio siglo del cumpleañero, se festejó también por la buena performance de los bonos argentinos, y se conversó con intensidad sobre el dólar, la eliminación del Impuesto PAIS y el veranito financiero. Pero el tema que concentró la atención principal de los invitados fue la agenda social de esta temporada que empieza a tomar color a partir de estos días en Punta del Este, que tendrá, como en sus mejores épocas, a un aluvión de representantes del establishment argentino.

De “Señor 5″ a “Señor 8″. No pertenece a ese grupo de hombres de negocios, y es probable que si se lo cruzan en algún evento empresarial no lo reconozcan, pero Silvestre Sívori, el ex titular de la ex AFI que fue removido por un encono personal de Santiago Caputo con Nicolás Posse, ya viajó al este uruguayo para disfrutar de uno de los pasatiempos que practica, según sus amigos, con excelencia: el surf.

De regreso al estudio jurídico que compartió durante años con Manuel Izura, consejero de la Magistratura porteño, el ex “Señor 5″ tuvo hace poco más de una semana, antes de viajar a la playa para las fiestas, un encuentro increíblemente casual con Diego Kravetz, el nuevo “Señor 8″ que provocó con su mudanza al gobierno libertario un cimbronazo en la administración de Jorge Macri. Ironías del destino: el ex secretario de Seguridad porteño llegó a la SIDE de la mano de Rodrigo Lugones, con el que mantiene una vieja relación, y de sus nuevos vínculos con Caputo, el consultor estrella de la Casa Rosada que se ocupó personalmente de correr a Sívori de la ex AFI.

Horas después de que Manuel Adorni lo anunciara oficialmente como flamante incorporación, Kravetz salía de tomar café de un conocido bar de la avenida Libertador, uno de los reductos que alguna vez usufructuó el larretismo como trampolín geográfico del fallido proyecto presidencial, cuando se topó -literal- con Sívori, que caminaba justo por esa cuadra. El nuevo “Señor 8″ no lo reconoció; en verdad, no lo conocía. “Entrante y saliente”, los presentó un colaborador, apurado, y todos rieron.

Mauricio Macri y Santiago Caputo – Crédito: EFE

Macri, obsesionado. Instalado desde hace unas semanas en Cumelén, el country paradisíaco de Villa La Angostura que este verano tendrá un buen número de propietarios libertarios y empresarios consustanciados con este nuevo ciclo político -el ministro Luis “Toto” Caputo y Juan Pazo, el titular de ARCA, paseaban con sus familias por las instalaciones del barrio en estos días- Mauricio Macri no encontraba en estas fiestas tantas motivaciones políticas para recibir el 2025 con esperanza. Genuinamente preocupado por el futuro de la ciudad de Buenos Aires, la casa matriz del PRO, frente a la amenaza de La Libertad Avanza que obligó a su primo Jorge a desdoblar el calendario electoral porteño, el ex presidente encontró este fin de año un punto en el que machacar, un rubro que lo tiene obsesionado, para el que pidió máxima publicidad, en especial a su ex ministro Guillermo Dietrich: se trata de las críticas airadas que ordenó mediatizar a la licitación por la hidrovía, un negocio de más de 12 mil millones de dólares que el macrismo mira con lupa desde hace meses y que abrió una disputa feroz entre ese sector y la Casa Rosada.

A fines de noviembre, el Gobierno llamó a licitar la vía troncal navegable con la promoción de un proyecto de modernización de la infraestructura actual y mejora de la competitividad que los expertos de Macri analizaron en estos meses con creciente desconfianza. Desde esa usina se deslizó incluso que en las últimas semanas habría existido una protesta informal de autoridades holandesas con funcionarios argentinos por ese pliego licitatorio.

La desconfianza, sin embargo, es cruzada, y en el Ejecutivo defienden a capa y espada el proceso licitatorio. “Mauricio, por décima vez: no te vamos a dar la hidrovía”, se escribió con el aval de Santiago Caputo desde la cuenta de redes de “Las Fuerzas del Cielo”, la agrupación apadrinada por el consultor, horas después del fracaso de la sesión por Ficha Limpia que volvió a tensar las relaciones entre LLA y el PRO y dio paso a una suerte de intercambio de comunicados con las peores acusaciones.

Devolución de gentilezas en un negocio millonario que divide aguas entre los supuestos aliados y que llevó a la Fundación Pensar a organizar en Santa Fe, en la previa de la Navidad, un encuentro con fuertes cuestionamientos a la licitación y el intercambio, puertas adentro, de documentos con detalles del por qué de esos reproches. En el entorno de Macri dicen que hay intereses de un joven integrante de un imperio familiar del establishment nacional y de un importantísimo empresario bonaerense con aceitadísimos vínculos políticos. Y se siguen con interés las gestiones de Iñaki Arreseygor, el subsecretario de Puertos y Vías Navegables que responde sin escalas al “triángulo de hierro”.

Gustavo Gavotti

Movimientos en Cancillería. Hay aguas revueltas en todos lados, y la Cancillería de Gerardo Werthein no es la excepción. A diferencia de Diana Mondino, mucho más proclive a ser intervenida desde Casa Rosada, aún cabizbaja por la salida traumática de la función pública, Werthein desplegó como ministro un estilo muchísimo más estricto y un manejo de la gestión con mano de hierro, apuntalado por su estrecha relación con el Presidente.

En las últimas horas, por ejemplo, en el Boletín Oficial se oficializó la renuncia de Ernesto Gaspari a la Secretaría de Coordinación y Planificación Exterior, el área a cargo de la administración y los gastos del ministerio. Gaspari, un técnico con una buena terminal con Macri desde las épocas de SOCMA, pasará a ser subsecretario, reemplazado por Cristina Dellepiane, de la planta histórica. En abril pasado había sido designado como enlace y representante de la Cancillería ante la Conmebol, para posicionar al país como sede del mundial 2030, una confirmación que llegó semanas atrás con la foto de Karina Milei y Claudio “Chiqui” Tapia sonrientes en Asunción, en esta nueva etapa de mutuas conveniencias y menos asperezas entre la Casa Rosada y la AFA.

En los pasillos del Palacio San Martín hay insistentes versiones, de todos modos, sobre más cambios en el organigrama. Una reorganización con la excusa de la motosierra. Sobrevuelan, en ese sentido, fuertes rumores alrededor de Culto y Civilización, a cargo de Nahuel Sotelo, un reconocido integrante de “Las Fuerzas del Cielo”. ¿Qué se trama puertas adentro?

El jueves, mientras tanto, se organizó un brindis de fin de año con representantes de todos los cultos encabezado por el Canciller y el secretario que en algunos representantes que llegaron hasta la Cancillería dejó una sensación algo extraña.

Martín Llaryora en la Bolsa de Comercio Córdoba

Obsequios judiciales. Si de sabores se trata, dulce fue el resultado de este viernes en el parlamento cordobés para el gobernador Martín Llaryora, que consiguió la aprobación de Jessica Valentini como la séptima integrante del Tribunal Superior de Justicia provincial, una corte que durante años había tenido solo la influencia de las gestiones del fallecido José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti. En una provincia que, horas antes de las fiestas, recibió la visita de Milei, escoltado por el mandatario local en la inauguración de la nueva sede de la Bolsa de Comercio, promocionada en las redes con un sonriente Guido Sandleris, presidente de la fundación Ecosur y ex jefe del Banco Central macrista, bien flanqueado por una de las gerentas.

Laboriosa, abogada, con el pergamino de la relación con el gobernador, y su paso por la Oficialía Mayor de la Municipalidad de Córdoba, primero con Llaryora y después con Daniel Passerini, la postulación de Valentini fue aprobada por la Legislatura provincial con 36 votos -un número bajo, por cierto- minutos después de las seis de la tarde del viernes, entre las burbujas de la Navidad y el Año Nuevo, justo cuando se conoció el último acuerdo firmado por Juan Carlos Maqueda antes de pasar a retiro, que estableció, por tres votos a uno, que el TSJ de la ciudad de Buenos Aires será de ahora en más el órgano encargado de revisar en apelación, antes del máximo tribunal, aquellas causas que tramiten ante la Justicia nacional ordinaria. Una decisión basada en un expediente conocido como el caso “Levinas”, un acuerdo que Papa Noél le obsequió en las postrimerías de la Navidad al ex presidente Macri, investigado en la causa del Correo Argentino: en caso de necesitarlo, el jefe del PRO podrá ahora recurrir con mayores expectativas al tribunal superior porteño, presidido por Inés Weinberg de Roca, su fallida candidata a la Procuración en sus años mozos como presidente.

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