domingo, 5 enero, 2025
InicioSociedadEncargado por Napoleón III: el emblemático edificio de la Ópera Garnier de...

Encargado por Napoleón III: el emblemático edificio de la Ópera Garnier de París cumple 150 años

El 5 de enero de 1875, después de 14 años de obras dirigidas por el arquitecto Charles Garnier, el edificio de la Ópera Garnier de París fue inaugurada con gran pompa por Mac Mahon, presidente de Francia.

A la apertura del edificio, un encargo de Napoleón III que costó 36 millones de francos oro (343 millones de dólares al cambio actual), acudieron 2.000 invitados llegados de toda Europa, entre ellos algunos miembros de la realeza.

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

«En el momento de su inauguración era el teatro de ópera más grande del mundo: 173 metros de largo y 125 metros de ancho», relató el guía Jean Jacques Serres a AFP. Su escenario se convirtió en el más grande con sus 27 metros de profundidad, 48 metros de ancho (incluidas las bambalinas) y 60 metros de alto. «¡Tres veces el tamaño de un escenario de Broadway!», destacó Serres.

La fachada, que en la actualidad está tapada por una lona debido a una reforma, impresiona por su opulencia, rica en materiales policromados, máscaras doradas, medallones y alegorías, y contrasta con la arquitectura del barón Haussmann, a quién Napoleón III había puesto a supervisar el trabajo de Garnier.

El Teatro Colón lanza un ensayo inédito de Astor Piazzolla de 1983 junto a nuevos títulos de su Heritage Live Collection

«Los dos hombres no se llevaban bien. Haussmann había construido alrededor edificios un poco más altos de lo previsto. Garnier, enfadado, añadió algunos metros a su fachada«, contó Serres sobre la puja entre los arquitectos. El interior también es majestuoso, con su monumental escalera y diversos tipos de mármol.

El artífice: Charles Garnier

En 1860 se lanzó un importante concurso para la construcción de la nueva Ópera de París. El joven arquitecto Charles Garnier fue el elegido por unanimidad gracias a un proyecto en el que iba más allá del ya de por sí exuberante y ecléctico estilo barroco. 73 escultores y 14 pintores trabajaron mano con mano junto con los artesanos encargados de entregar la obra en enero de 1875.

Desde su inauguración en 1875, la ópera fue llamada oficialmente Academia Nacional de Música-Teatro de la Ópera y en 1978 fue renombrada Teatro Nacional de la Ópera de París. En 1989 la Compañía de la Ópera trasladó su sede al recién construido Teatro de la Bastilla y su vieja sede recibió el nombre de Palacio Garnier, donde permanece la Academia Nacional de Música. A pesar del cambio de nombre oficial y del traslado de la Compañía de la Ópera, el Palacio Garnier sigue siendo conocido popularmente por el nombre de Ópera de Garnier en París.

Un techo pintado por Marc Chagall

El edificio fue clasificado como «monumento histórico» en 1923 y es visitado cada año por un millón de personas en 2023. Entre sus atracciones también se encuentran los frescos de colores vivos y los personajes flotantes cosidos al techo de la sala de espectáculos, firmados por Marc Chagall.

El fresco, un homenaje a 14 compositores de óperas y ballets, fue un encargo del ministro de Cultura André Malraux en 1964, a quien no le gustaba del techo original, dañado, de Jules Eugène Lenepveu.

El edificio está decorado con frisos multicolores elaborados en mármol, columnas y estatuas, muchas de ellas representando a deidades de la mitología griega. Entre las columnas de la fachada frontal del teatro, hay bustos en bronce de muchos compositores famosos, como Mozart y Beethoven. El interior está adornado en terciopelo, hojas doradas, ninfas y querubines y la araña de luces del auditorio central pesa más de seis toneladas.

Por su célebre escenario pasaron bailarines de la talla de la rusa Tamara Toumanova o del francés Patrick Dupond, y cantantes como Maria Callas y Fiódor Shaliapin.

En la «jaula» del escenario, el espacio que rodea por encima y por debajo el espacio para las actuaciones, se realizarán, a partir del verano de 2027, unas obras de modernización de los equipos y de renovación que impedirán cualquier espectáculo durante dos años.

Un refugio para la guerra, el camino de un elefante y la marca de una inundación

En el quinto piso del sótano hay un enorme depósito que fue utilizado por Garnier como contrapeso para estabilizar los cimientos del edificio. También se resguarda allí la antigua sala de máquinas que eran manipuladas por trabajadores ayudados de contrapesos y servían para levantar o bajar cortinas y telas pintadas en trampantojo. Con el tiempo, fueron reemplazados por motores eléctricos.

La Ópera sirvió de refugio a la gente del barrio durante la Segunda Guerra Mundial y la construcción todavía guarda la huella del nivel que alcanzó el agua durante la inundación del 31 de enero de 1910.

Otro elemento notable es la escalera llamada «del elefante», por donde pasó un paquidermo prestado por un circo para una representación de «Las Indias Galantes» de Jean-Philippe Rameau.

En los pisos superiores se encuentran los camerinos personales o colectivos de los 154 bailarines del ballet y, en la parte más alta, los cinco estudios de ensayo.

RB/ff
 

Más Noticias