Lo primero que deja en claro el ministro Bohuid en su video es que los trabajadores pagarán por la salud pública, algo que previo a la sanción de la Ley 6453, recibían en forma gratuita.
Esto está estipulado en el artículo 3º de la Ley que plantea quienes no pagarán (aunque no está aún reglamentado, serán los más pobres de los pobres), el resto sí lo hará: “quedarán exceptuados del pago del Seguro Provincial de Salud, aquellos que acrediten no encontrarse en condiciones económicas de adquirirlo, para lo cual la Autoridad de Aplicación establecerá un procedimiento de eximición de pago”.
Segundo, en este sentido, el ministro se contradice cuando afirma que defienden un esquema por el cual “los que más tienen, más deberían pagar”. De ser así, esta Ley no debería plantear este artículo. Sino por el contrario, debería por ejemplo, contemplar que el sector del litio deje de estar exento del pago de ingresos brutos, siendo el que más factura en la provincia.
Tercero, no hace falta que dentro del hospital haya un empresario de la salud para que la misma esté privatizada. Sobran los funcionarios, legisladores nacionales y provinciales, que hacen de la necesidad de la salud un negocio con sus clínicas privadas.
El Seguro Provincial de Salud busca profundizar este esquema. A la vez, que traslada el costo del ajuste presupuestario de Nación (que el ministro reconoce) y de provincia sobre el sector, alienta la atención en el sector privado de aquellos que se afilien por esta Ley al Instituto del Seguro de Jujuy. Con hospitales cada vez más desfinanciados, la presión para ir a la clínica privada se incrementa como ocurre desde hace años. De esta forma, se produce una privatización indirecta del sistema público que es lo que plantea Milei para el conjunto de los servicios sociales que presta el estado.
Además, el ministro se “olvida” que es una Ley que va contra la propia Constitución Nacional que contempla el derecho a la salud de la población, incluso la tan cuestionada nueva Constitución provincial.
Es por todo esto, que el único bloque que se opuso dentro del recinto a este proyecto fue el de la izquierda con sus diputados, Gastón Remy, Natalia Morales y Miguel López, que argumentaron su voto negativo, así mismo, presentaron la derogación de esta Ley. Por el contrario, la mayoría del bloque del PJ votó a favor, con su presidente “alegre” por esta Ley, como no lo va a estar si lo beneficia en forma directa por ser empresario de la salud.
Por último, el ministro a su modo confiesa que el gobierno tiene un problema, en la medida que la población se entera de este ataque y lo rechaza. De ahí, que tiene que salir a explicar, y el que explica en este mundo, puede perder. Para que caiga esta Ley se necesita un plan de lucha coordinado desde los gremios de la salud junto al conjunto de gremios y organizaciones sociales, vecinales, estudiantiles. ¡Abajo el Seprosa. Arriba la salud pública!.