No es normal que un jugador quede en el recuerdo y la memoria de los futboleros a través de los años por una acción que nada tuvo que ver con el trámite del juego. Generalmente los grandes futbolistas dejan su huella haciendo cosas con la pelota en los pies, un gol o varios, una asistencia, pases, una atajada si es arquero. Para quien no se acuerde de Eric Cantona, la referencia siempre será «el que le pegó la patada al hincha» para refrescar la memoria y que sepa de quién se está hablando. Esa patada, uno de los momentos más trascendentes y recordados del fútbol, cumple este sábado 25 de enero 30 años.
Un 25 de enero de 1995, el Crystal Palace y Manchester United jugaban en Selhurst Park por el campeonato inglés. Cantona llegaba como la gran estrella de los Diablos Rojos, con la chapa de sus 82 goles y 9 títulos ganados en los Reds. Promediando los cuatro minutos del segundo tiempo y con el marcador igualado en uno, el francés le hizo una dura entrada al defensor rival Richard Shaw, y lo echaron en un momento de la Premier League que se pegaba mucho y se sacaban muy pocas tarjetas.
Cantona agrediendo al espectador
«¿No hay tarjetas amarillas?”, protestaba Cantona al árbitro, Alan Wilkie, minutos antes. En busca de hacer justicia, el 7 del United se tomó revancha con Shaw. Desde lejos, el referí le mostró la tarjeta roja y, sin decir ninguna palabra, Cantona se bajó el cuello de la camiseta y encaró para los vestuarios.
Mientras se retiraba del campo de juego caminando por la linea lateral, primero pasó por el banco de suplentes mientras Alex Ferguson ni siquiera le dirigía la mirada, y debía meterse en el túnel. Todo iba «normal», hasta que a un hooligan del Palace se le ocurrió decirle algo al recién expulsado.
«Andate a Francia, hijo de puta francés», fue el grito de del hincha desde la platea de las Águilas atrás del arco, y para que… A Cantona se le salió la cadena, porque lo escuchó, lo relojeó y, con un pobre intento de intervenir de un asistente de su equipo, levantó la pata y apuntó con los tapones de los botines directamente hacia el pecho del muchacho por encima de los carteles de publicidad. Le pegó la patada casi karateca, cayó, y cuando se levantó le tiró una piña más.
El asombro de la gente que estaba al rededor era total y así lo hacían notar sus caras. Al instante saltaron dos seguridad del partido, y Peter Schmeichel (arquero del manchester) se lo llevaron al vestuario. Mientras, los compañeros de Eric se le iban al humo al hincha recién fajado.
Eric Cantona –
La recordada patada de Cantona
El ex jugador del Manchester United agredió a un hincha del Cristal Palace en 1995.
El partido terminó con un empate 1 a 1 en la casa del Palace. Cantona, por su parte, fue suspendido por el resto de la temporada por parte del club y por nueve meses por la federación inglesa. También lo multaron con 30.000 dólares y lo condenaron a dos semanas en la cárcel, algo que reemplazó con 120 horas acumuladas de trabajos comunitarios. «Querían que fuera un ejemplo», contaba.
Tiempo después y mientras la prensa le decía de todo, Cantona trató de «fascista» al hincha. ¿Esto que tiene que ver? que el nacido en Marsella y surgido del Auxerre es nieto de españoles republicanos exiliados en Francia con origen gitano. Por eso el ex jugador francés se lo tomó tan mal .
Quién era el hincha
Matthew Simmons se hizo famoso a partir de aquel 25 de enero y empezó a ser investigado. Entre otras cosas, se supo que participó en actos de extrema derecha, que se auto definía como racista, y que tenía una condena por un intento de robo en una estación de servicio en el 92´.
Once años después de la histórica patada, Simmons volvió a ser noticia en Inglaterra. Atacó a golpes a Stuart Cooper, un entrenador de las divisiones infantiles del Fulham, por dejar afuera del partido a su hijo.
Matthew Simmons.
«Estaba yendo al baño cuando lo vi acercarse. No es una gran excusa, pero a veces la verdad es la más simple de las cosas. Le dije cosas, pero nada de ofensas criminales ni las cosas que se han dicho», contó Simmons en su versión de lo que había pasado en aquel partido. Más adelante, volvió a referirse al tema y confesó que «el propio Cantona me acusó de cosas tremendas. Él arruinó mi vida».
Qué dijo Cantona sobre la patada
En una entrevista con el diario The Sun, 22 años después de la histórica patada, Cantona explicó que no se lamenta de haber pegado de esa manera cuando tenía 29 años: «Debí darle más fuerte. No me arrepiento, fue una sensación genial. Patear a un fascista no se saborea todos los días«.
Además, remarcó que cuando volvió a Manchester tras los nueve meses de suspensión, se encontró con un equipo muy diferente respecto al que él había dejado, y que le costó reintegrarse: «Fue mucho tiempo fuera, pero gracias a Ferguson ganamos el doblete con una nueva generación».
«Me insultaron mil veces y no reaccioné, pero a veces sos frágil. Si hubiera conocido a ese tipo otro día, las cosas podrían haber sucedido de manera muy diferente, incluso si hubiera dicho exactamente lo mismo. La vida es así de extraña», analizaba Cantona.
Mirá también
«El Manchester es como ver a un anciano haciendo el amor»
Mirá también
El mensaje de Cantona sobre la guerra en Israel: «Decir ‘Palestina libre’ no significa que uno sea antisemita»
Mirá también