La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha otorgado una prórroga de 90 días a los jueces previsionales para dictar sentencias en casos relacionados con jubilados. Esta decisión, formalizada mediante la Resolución 118/2025, responde a la creciente sobrecarga de expedientes en los juzgados federales de primera instancia y busca aliviar el colapso que enfrenta el sistema judicial en el ámbito previsional.
La Cámara Federal de la Seguridad Social había solicitado esta prórroga debido a la acumulación de juicios iniciados por jubilados contra la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). Estos casos, que incluyen reclamos por reajustes de haberes y retroactivos, han saturado los juzgados, con más de 270.000 expedientes en trámite, de los cuales 90.000 ya tienen sentencia firme.
En la práctica, los jueces ya estaban tardando mucho más de los 15 días establecidos por el Código Procesal para dictar sentencias. La resolución de la Corte Suprema simplemente formaliza una situación existente, permitiendo que los jueces tomen hasta tres meses sin incumplir la normativa.
A pesar de la prórroga, la ANSES ha asegurado que esta medida no afectará el cumplimiento de los pagos de sentencias firmes. Según el organismo, la suspensión de plazos es una resolución interna del ámbito judicial que no altera el desenvolvimiento normal de los pagos.
Sin embargo, los jubilados que esperan una sentencia para cobrar el reajuste de sus haberes podrían enfrentar demoras adicionales en la resolución de sus casos. El abogado previsionalista Adrián Tróccoli explicó que, aunque los jueces tienen plazos teóricos de 3 días para resolver cuestiones simples y 15 días para sentencias, en la práctica estos tiempos se extienden a 4 meses o más.
En algunos casos, la demora puede llegar a 7 meses, lo que genera incertidumbre y frustración entre los jubilados. En respuesta a la acumulación de casos, la ANSES implementó un nuevo esquema de liquidación mediante la Resolución DEA 307/2024.
Esquema
Este esquema prioriza el reajuste del haber inicial de los beneficiarios dentro del plazo dispuesto en las sentencias, dejando el pago de retroactivos para una etapa posterior. Aunque esta medida busca agilizar los pagos, muchos jubilados aún enfrentan largas esperas para recibir el monto total de sus sentencias.
Además, la ANSES ha señalado que los juicios más antiguos, con sentencias firmes previas a julio de 2024, pueden tardar hasta dos años en ser liquidados. En algunos casos, los beneficiarios han recurrido a embargos judiciales para garantizar el cumplimiento de los pagos.
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