El presidente de San Lorenzo, tras tomarse una licencia de su cargo, presentó una denuncia a su nombre en la Justicia, con el fin de promover una investigación penal en su contra. El dirigente pretende aclarar los tantos sobre las acusaciones en su contra.
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Tras la denuncia de corrupción, Marcelo Moretti pidió una licencia en San Lorenzo
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Quién presidirá San Lorenzo tras el pedido de licencia de Marcelo Moretti
Moretti ese autodenunció ante la Justicia para que se investigue su presunta corrupción
Marcelo Moretti, presidente de San Lorenzo, presentó una autodenuncia en una Fiscalía porteña para que se investigue todo lo relacionado con la cámara oculta emitida en Canal 9.
Cabe destacar que dicha señal publicó un material editado donde se lo ve al dirigente recibiendo dos fajos de dinero por un total de US$ 25 mil, supuestamente a cambio del fichaje de un futbolista juvenil para las divisiones inferiores.
El directivo había adelantado en las últimas horas que se presentaría acompañado por un abogado en sede judicial y así fue. En la medianoche del martes, Moretti anunció que se tomará una licencia en su cargo.
«Voy a promover una investigación penal en mi contra, a los fines de salvaguardar mi buen nombre», comienza la autodenuncia de Marcelo Moretti.
El dirigente de CASLA asegura su inocencia ante el material incriminatorio: «El día de ayer he observado, con profundo desagrado, que en la señal televisiva “Canal 9”, en el marco de un programa llamado “TL9 DENUNCIA”, se exhibió un material filmográfico. (…) Sin desmedro de hacer notar que dicho material se encuentra ostensiblemente recortado y editado, lo cierto es que, se buscó trastocar la recepción de un dinero (…) Esto, desde ya, y conforme aclararé oportunamente, cuando se me cite a esta sede, es ABSOLUTAMENTE FALSO».
Además, en el texto citado Moretti denuncia una persecusión en su contra: «Como explicaré oportunamente en mi descargo, se trató de un armado con el fin profeso de extorsionarme y/o instigarme a renunciar a mi cargo. Lamentablemente, he sido víctima -quizás por exceso de confianza-, de lo que en la jerga se llama una “cama”. Se me pidió que intermedie en una transacción, para luego desnaturalizarla, chantajearme y presionarme».