Un equipo de científicos encontró el mecanismo clave que permite a esta salamandra mexicana reconstruir desde una mano hasta un brazo completo.
El hallazgo podría marcar un antes y un después en la medicina regenerativa aplicada a humanos.
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¿Cómo sabe el axolote qué parte del cuerpo regenerar?
El axolote (Ambystoma mexicanum) es conocido por su capacidad de regenerar extremidades, órganos internos y hasta médula espinal.
Lo sorprendente no es solo que pueda hacerlo, sino que sabe qué parte reconstruir según el lugar donde fue amputado.
El rol del ácido retinoico
Durante años, se sabía que el ácido retinoico (AR) le indicaba a las células si debían formar un hombro o una muñeca.
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Pero un nuevo estudio reveló que la clave no es cuánto AR se produce, sino qué tan rápido se degrada.
El hallazgo: el gradiente químico que guía la regeneración
El equipo de la Universidad Northeastern descubrió que:
- En las zonas distales (como la muñeca), hay alta concentración de una enzima llamada CYP26B1, que destruye el ácido retinoico.
- En las zonas proximales (como el hombro), esa enzima casi no está presente, por lo que el AR se acumula.
- Esto crea un gradiente químico que actúa como un GPS para que las células sepan qué parte del cuerpo regenerar.
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¿Qué es el blastema?
Es un grupo de células madre que se forma en la herida y organiza todo el proceso de regeneración.
Su formación es clave, pero en humanos esta ventana de plasticidad está cerrada.
Manipular el proceso: engañar a las células
Para probar su teoría, el equipo hizo un experimento:
- Amputaron patas de axolote a la altura de la muñeca.
- Aplicaron talarozol, un fármaco que bloquea la enzima CYP26B1.
- El ácido retinoico se acumuló y las células «pensaron» que estaban en el hombro.
- En lugar de regenerar solo la mano, crearon una extremidad duplicada.
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“Las engañamos y funcionó”
«Fue la prueba definitiva», dijo el investigador James Monaghan. «Las células regeneraron una extremidad completa donde debía ir solo una mano».
Shox: el gen arquitecto de los huesos
El ácido retinoico no actúa solo. El equipo identificó que activa un gen llamado Shox, responsable de construir estructuras proximales como el húmero y el antebrazo.
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Cuando eliminaron ese gen con CRISPR-Cas9, los axolotes desarrollaron manos normales, pero brazos subdesarrollados.
¿Qué implica esto para la medicina regenerativa?
Según Monaghan, no se trata de un gen mágico. Humanos y axolotes comparten los mismos genes, pero:
- En axolotes, las células lesionadas vuelven a un estado embrionario.
- En humanos, esas células forman cicatrices.
Si logramos inducir la formación de un blastema en humanos, podríamos transformar la cicatrización en regeneración.