La hinchada de Boca volvió a dar la nota, esta vez a nivel mundial. En el debut ante Benfica por el Mundial de Clubes 2025, los fanáticos del Xeneize coparon el Hard Rock Stadium de Miami y generaron un ambiente que, según los registros de algunos dispositivos tecnológicos, alcanzó niveles de ruido considerados perjudiciales para la audición.
La cifra que más se repitió fue la de 45 mil simpatizantes, una muestra más del poder de convocatoria del club argentino. Ya desde la previa, con un multitudinario banderazo en las playas de South Beach, la presencia de la gente se hacía sentir. Pero lo verdaderamente impactante se vivió en el estadio.
El periodista y streamer Robbye Ron compartió que su Apple Watch emitió una alerta por “niveles de ruido peligrosos para la audición” durante el partido. La intensidad del aliento fue tal que se prolongó sin pausa durante los casi 105 minutos de juego, incluyendo los cinco de tiempo adicional.
Los medios internacionales quedaron deslumbrados. El corresponsal de la agencia AFP, Simon Evans, fue tajante: “Después de ver a los hinchas de Boca convertir el Estadio de los Delfines en una ‘Bombonera junto a la playa’, me prometí viajar a Buenos Aires para ver un Superclásico”. Incluso se permitió sugerir que el torneo ganaría mucho en colorido y asistencia si los equipos sudamericanos llegaran a las fases finales.
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La postal del estadio teñido de azul y amarillo, con las canciones retumbando y los jugadores emocionados por el aliento, contrastó con la frialdad habitual del público estadounidense, poco acostumbrado a semejante despliegue. No solo impactó a periodistas y rivales, sino también a las autoridades del torneo, que destacaron la pasión de los sudamericanos como un activo diferencial para este formato global.
En lo deportivo, el conjunto argentino igualó 2-2 con el equipo luso y quedó obligado a sumar ante Bayern Múnich en la próxima fecha para tener chances de avanzar a cuartos. Pero más allá del resultado, su debut ya quedó en la historia por una hinchada que volvió a demostrar por qué es considerada una de las más fervorosas del mundo. La fiesta en Miami fue una muestra más de su inquebrantable devoción.
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