“La banderita del superávit fiscal la levanta con la nuestra, así cualquiera”. Un gobernador dialoguista con el Gobierno nacional, bajo estricto off, exhibe la tensión creciente que se desarrolla entre la Nación y las provincias.
¿El motivo? Los fondos que desde el Estado nacional se demoran o evitan coparticipar. Encima en un año electoral. ¿Los efectos? Tesoros provinciales en dificultades, sobre todo aquellos más dependientes del reparto desde el poder central.
El mix de enojo y preocupación de los mandatarios alcanzó su cenit el primer día de julio, después que el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, les informara a los ministros de Economía de 17 provincias que sus reclamos no serán atendidos. Por el momento, claro. Tiene buenos modales Guberman, al revés de otros funcionarios o del Presidente.
Fracasó la reunión entre Nación y las provincias: gobernadores rechazan la oferta y avanzan con su propio proyecto de ley
Las demandas de los gobernadores que fueron rechazadas consisten básicamente en que el Gobierno distribuya fondos que deberían estar a disposición de las provincias. Sobre todo, dos de ellos: los famosos ATN (Aportes del Tesoro Nacional) y el impuesto a los combustibles.
Según reportes oficiales, hasta hace un mes Nación había enviado $ 84 mil millones en ATN y retiene casi $ 200 mil millones.
“Los ATN son recursos que vienen de la masa coparticipable y tienen como destino a las provincias. Cuando un Estado nacional recauda ATN y no distribuye, lo que está contabilizando es un superávit por el retraso del envío a las provincias, por lo tanto, está generando un superávit con plata de las provincias”, explicó Pablo Olivares, ministro de Economía de la Santa Fe de Maxi Pullaro, a la salida de la reunión con Guberman de ayer.
Peor es el caso de los combustibles: el Poder Ejecutivo Nacional recauda un impuesto que debería destinar a obras viales que no hace. Sí que la ven.
Los mandatarios analizan meter presión a fondo. Por ahora, pretenden impulsar como proyectos de ley la obligatoriedad de enviar ATN y coparticipar el impuesto a los combustibles. Tal vez se cuela alguna otra sorpresa para hacerse de dinero.
Esto no les gusta a los autoritarios
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La coincidencia en torno al reclamo a Javier Milei es total. De hecho, de manera inédita, todas las provincias y CABA estuvieron representadas hace diez días en la mesa del CFI (Consejo Federal de Inversiones), donde se le hizo el planteo formal al Gobierno. Los reclamos por fondos no saben de ideología ni colores políticos.
Es más, en el mismo momento que ayer Guberman, enviado por el ministro Luis Caputo, rechazaba los pedidos, un grupo de gobernadores protagonizaban un encuentro de esos que en Buenos Aires se atienden poco, porque se hace fuera de la Ciudad.
Las provincias, el límite invisible del ajuste libertario
Ocurrió en Córdoba, con la justificada excusa de un pacto ambiental, que también expone a la gestión negacionista de Milei. De ese evento participaron el anfitrión, Martín Llaryora, y sus colegas Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ignacio Torres (Chubut) y la vice Alicia Aluani (Entre Ríos). La unión hace la fuerza.
Desde la Jefatura de Gabinete que conduce Guillermo Francos, por ahora, se advierte sobre el riesgo legislativo de la intransigencia de Economía. No solo respecto a que puedan salir las leyes que promueven los gobernadores, sino, en especial, que el Gobierno sin ese apoyo tenga la imposibilidad de blindar el veto presidencial, otros proyectos en danza que afectarían sus números fiscales.
Para la Casa Rosada sería la peor noticia en el peor momento.