Luego de que un sector del bloque del PRO no diera quórum para tratar la ley de DNU en el Congreso, Agost Carreño apuntó contra quienes “defienden las instituciones y la república de manera selectiva”. En Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3), el diputado nacional afirmó que “defiende las banderas del PRO”, incluso si significa votar en contra de lo que propone Mauricio Macri, porque no le debe su cargo. “La presidencia se la debo a los afiliados que me han elegido”, agregó.
Oscar Agost Carreño es diputado nacional y presidente del PRO en Córdoba. Previamente fue legislador de su provincia y asesor legal del Banco Ciudad.
¿Cuál es su reflexión de esa forma “selectiva forma” de votar? Inicialmente, el proyecto ley de modificación de DNU fue propuesto por el PRO.
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Nos costó mucho conseguir un dictamen y entre los gobernadores, el Gobierno y varios diputados, se cayó el quórum segundos antes de entrar a la sesión.
Se mezcló un tema institucional, como son los decretos de necesidad y urgencia, con lo que es una toma y daca del Presupuesto nacional. Eso enrareció el clima y es por eso que, en vez de dar por terminada la sesión, hicimos una prórroga para el día después de que se dictamine el Presupuesto para cuidar el dictamen.
Después de que pase el debate por el Presupuesto, intentaremos retomar esta discusión que creemos que es muy importante. Además, hay proyectos de todos los bloques. El mismo kirchnerismo está dispuesto a rediscutir esta ley, aunque con alguna picardía política, porque ellos no gobiernan.
Es una ventana de oportunidad que nos da la república para empezar a cumplir la Constitución y que solamente haya DNU cuando haya necesidad y urgencia, para que un DNU no esté por encima de las instituciones ni de la ley.
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¿Qué va a pasar con su partido? Martín Yeza pidió que usted entregara la presidencia del PRO de Córdoba.
Yo estoy defendiendo las mismas banderas que defendió el PRO toda la vida, y la calidad institucional es una de esas banderas. El buen ingreso de los jubilados y el financiamiento también fueron siempre banderas del PRO, y quiero creer que el partido va a acompañar la discusión.
Cuando finalice la discusión por el Presupuesto, vamos a poder retomar los proyectos del PRO y el resto para cambiar una mala ley de Cristina. El PRO siempre ha dicho que es una pésima ley y que es inconstitucional.
El propio Macri usó la parábola de “Cristina secuestró al peronismo”. ¿Macri secuestró al PRO?
No, no creo que sea así. Macri es el presidente del PRO y es el único de nosotros que llegó a ser presidente, y sin ser radical o peronista. Tiene todo el derecho de querer llevarnos a la identidad que crea conveniente, pero no le debo la presidencia del PRO de Córdoba a Macri, porque se la debo a los afiliados que me han elegido.
Puedo representar las banderas del PRO sin que Mauricio Macri esté de acuerdo conmigo en todas las votaciones. De la misma forma, hay muchas votaciones en las que muchos legisladores no votan como pide Mauricio Macri, y siguen dentro de la bancada. Más allá de ponerse con el tornasol a ver que tan amarillo es uno u otro, esta es una gran oportunidad para discutir las ideas del PRO.
Acabo de presentar un proyecto para modificar las retenciones. En el PRO, históricamente creímos que las retenciones son algo malo para el campo y para la economía. Esas son las discusiones que tenemos que tener, ¿o vamos a hacer lo que se les ocurra a Javier Milei y a Toto Caputo?
Claudio Mardones: ¿En qué consiste esta idea de un Plan Quinquenal para bajar las retenciones un 20% anual?
Efectivamente, el lugar ideal para discutir estas cosas es el Presupuesto, pero el Gobierno no está dispuesto. Como Elon Musk, que dice que está bueno invertir en la Argentina, pero no lo hace el Gobierno dice que va a eliminar las retenciones, pero no lo hace. También es verdad que si alguien presenta un proyecto para eliminar las retenciones de un día para otro, el Gobierno va a tener razón en decir que no tiene dinero para compensarlo.
Por eso es que propuse una salida intermedia que implica eliminar las retenciones de manera progresiva de a un 20% de acá a 5 años, estableciendo un mecanismo por el cual el productor vaya pagando lo mismo, pero que vaya recibiendo créditos para comparar productos y servicios con la billetera virtual del ARCA. Es algo parecido a lo que fue el Plan Canje de créditos fiscales en los noventa.
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Además, los mayoristas o importadores podrán cancelar impuestos nacionales en los próximos diez ejercicios fiscales. Esto permite mover la economía del campo en un momento de recesión, le permite a los productores que vean una baja en sus impuestos y el Gobierno seguirá percibiendo el mismo monto.
CM: La sesión también buscaba bajar el DNU 846, que le permite a Luis Caputo reestructurar la deuda sin pasar por el Congreso. ¿Se volverá a tratar?
Insisto en que lamento que un tema institucional se mezcle con uno presupuestario, pero los juegos democráticos de poder tienen que ver con que necesitamos de los diputados que responden a los gobernadores para tener el número para cambiar una ley de mayoría especial. Aunque quiera que no se den estas discusiones cruzadamente, es lo que está pasando.
Creo que la discusión viene complicada porque el Gobierno acepta que tiene que cambiar la regla fiscal, pero a la hora de discutir las partidas, no está dando nada de lo que piden los gobernadores. Ese clima hace que no estén dadas las condiciones para que el martes se dictamine el Presupuesto.
Es muy probable que, en un hartazgo con el Gobierno, los mismos diputados que responden a sus gobernadores retomen el camino de discutir estos temas que se han frenado hasta tanto se apruebe el Presupuesto.
Además, el DNU 846 está dentro del Presupuesto. Si no llegara a haber Presupuesto, el decreto 846 continuaría como un cheque en blanco para que Toto Caputo haga algo que nunca pasó, que es que los temas de canje o refinanciación de deuda queden a sola firma del Presidente. Ese es un enorme problema institucional y económico.
La inmensa mayoría quiere que se apruebe el Presupuesto. Hasta el peronismo está trabajando para que haya Presupuesto. La discusión es de prioridades, como siempre pasa con el Gobierno, que quiere que le firmen todo a libro cerrado.
Elizabeth Peger: El día de ayer, la Cancillería se pronunció en las Naciones Unidas en contra de una resolución que promueve la prevención de la violencia digital contra mujeres y niñas y el PRO se pronunció en contra de este voto. ¿El Congreso no tiene nada que decir sobre esta actitud?
Sí. Con el poco tiempo que nos queda, todos los bloques vamos a empezar a trabajar en proyectos sobre este tema. Esto generó un resquemor y celebro que el PRO critique la actitud.
En el Congreso, tenemos que exigirle coherencia a la política internacional del país, que es algo que deberíamos cuidar como oro en un momento en el que estamos esperando inversiones para salir de una crisis.
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Me parece que este es el manual de campaña de Javier Milei y su Gobierno. Juegan siempre a tener un relato de extrema polarización entre Milei y Cristina para que no exista una conversación al medio y diputados como nosotros se vayan a alguno de los costados.
Todos el tiempo tenemos pequeñas pinceladas como estas que permiten llenar las redes sociales de mayor polarización. No deja de ser una conversación que no se da con la profundidad que requiere. El Congreso se va a meter en este tema pero lamentablemente solo el Presidente nos puede habilitar a trabajar en el verano.
Me parece que tenemos que ver las situaciones como esta con el prisma con el que actúa la extrema derecha en el mundo, que prioriza la polarización en las redes sociales, que les rinde muy bien, por encima de el valor coherente de la democracia de estas cuestiones que tienen víctimas de carne y hueso.
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