Celeste López (44) pasó una semana en la cárcel. No pensó que iba a pasarle. Tampoco creía que después de propinarle dos palazos de golf sobre la humanidad de Silvia Lo’Presti (61) se pediría, efectivamente, su detención. Y menos pensó que compartiría un calabozo de 20 metros cuadrados con otras cinco presas que no la miraban con cara de buenas amigas. Pero finalmente, este sábado a la mañana la Justicia la dejó en libertad.
El viernes 29 de noviembre, después de que Lo’Presti ratificara su denuncia, y la ampliara, en la Unidad Funcional de Instrucción N° 6 de Pinamar, el fiscal Juan Pablo Calderón ordenó el allanamiento en su casa y la detención de López, que concedió el juez David Mancinelli. También se determinó el cambio de carátula, que mutó de «lesiones leves» a «homicidio simple en grado de tentativa».
Sin embargo Mariano Cazeaux, magistrado que subroga en el Juzgado de Garantías 6 de Dolores, a Mancinelli, ahora de licencia, ordenó liberarla porque consideró que no va a obstaculizar la investigación.
El martes 19 de noviembre, cerca de las cinco de la tarde, Silvia Lo’Presti y su amiga Adriana D’Elía habían terminado la mateada en un sector del amplio campo de golf Links Pinamar y caminaban, como tantísimas otras veces, contemplando el verde del paisaje. Hasta que varias pelotitas, sospechosamente, comenzaron a caer, con cierta violencia, cerca de ellas seguidas de llamativos insultos.
«‘Negras de m…, ratas del conurbano, váyanse adonde pertenecen’. Era de una agresividad que nada tenía que ver con el lugar», le había descripto Lo’Presti a Clarín días atrás.
Cuando López, junto a su pareja Mariano Girini, que estaban jugando al golf, fueron hacia donde estaban Lo’Presti y D’Elia, cuyas presencias molestaban, sin mediar diálogo López le partió literalmente un palo de golf en la cabeza y, no conforme, tomó un segundo palo y volvió a lastimar a la mujer a la altura del hombro.
«Caí pesadamente, quedé atontada por el golpe en la cabeza y en ese estado de confusión, vi que se me venía al humo el marido (Girini), que me quería pegar estando yo en el piso. Por suerte se interpuso con firmeza mi amiga Adriana, que me salvó, porque esta gente estaba poseída», relataba la víctima, que hoy atraviesa un tratamiento psiquiátrico y se encuentra a la espera de los resultados de los diferentes estudios realizados.
Los testimonios de Lo’Presti ante el fiscal se mantuvieron, ratificó la descalificación clasista y agregó que «se reía cuando me golpeaba». Por el contrario, López no sólo negó todo, sino que dijo que fue ella la que la agredió y le dijo «sos un gato del conurbano«.
Al fiscal Calderón le parecieron inverosímiles las declaraciones de la agresora, que también negó que el palo de golf se partiera por el golpe en la cabeza. «Se quebró cuando lo saqué de la bolsa», una frase que promovió a la risa. Lo mismo cuando señaló que Lo’Presti «se golpeó sola cuando se trastabilló y cayó».
Otro aspecto que cayó mal en la fiscalía fue que cuando se ordenó el allanamiento y se preguntó dónde estaba el palo de golf para hacerle las pericias y constatar si había cabello, piel o grasa del cuero cabelludo, López señaló que lo llevó a Mar del Plata para ser arreglado, lo que para la investigación «resultó como un obstáculo, un entorpecimiento para recabar más información».
Los peores días de la vida de la golfista presa
Según pudo averiguar Clarín, López vivió esta semana los peores días de su vida. «Está como loca porque no duerme y tiene crisis de ansiedad. Quiere salir y ve que la situación está complicada. Si bien no es una millonaria, sí es una mujer de clase media acomodada, que no está acostumbrada a compartir y menos en un lugar así. Está con otras detenidas que tienen otra condición diferente a la de ella que no paran de fumar y el trato no es el mejor», había descrito una fuente a este diario antes de su liberación.
Contó que estaba «incómoda en todo sentido», agotada por dormir mal, respirar humo todo el día y que el alto estrés la tenía «desencajada y llorando seguido», a pesar de que no estuvo incomunicada y la visitaron su representante legal y su pareja.
Por el lado de Lo’Presti, su abogado Sebastián Tamagno hizo saber que «se encuentra en tratamiento psiquiátrico y psicológico, que si bien está mejor, el estado de ánimo no es bueno después de ser consciente de la situación de agresividad que tuvo que soportar. Estuvo varios días con mucho dolor, sin dormir y también está tomando medicación. No volvió a Pinamar, donde era habitué en esta época porque tiene una casa hace más de veinte años, y siente un poco de temor ante la posibilidad de volver».
En otro sentido, Lo’Presti «no quiere que López se pudra en la cárcel, pero sí espera una sanción ejemplar y que una violenta salga de circulación. Que una persona con esa violencia esté caminando por la calle como si nada». La imputada aspira a un cambio de carátula más leve, «porque si persiste el actual vamos derecho hacia un juicio oral».
MG / AS