Tras la reglamentación por parte de la Agencia de Control y Recaudación Aduanera (ARCA) de una parte del Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor el viernes pasado −proyecto ideado por la ONG Lógica y que empezará a regir el 1° de enero próximo con la inclusión de impuestos en tickets, comprobantes y facturas−, el Gobierno busca avanzar con más cambios para supermercados y grandes comercios como Zara y Frávega.
Con el objetivo de lograr mayor transparencia en el sistema fiscal y conciencia en la ciudadanía, la Secretaría de Comercio o la Subsecretaría de Defensa del Consumidor sacarían una nueva resolución que reemplazaría a la vigente 7/2002 con novedades para las etiquetas que se muestran en góndolas y la publicidad a partir del segundo trimestre de 2025.
En ese sentido, desde el 1° de abril próximo, el Gobierno buscará hacer obligatoria la distinción del precio de lista de un producto (precio neto) de los impuestos que se le aplican (precio bruto).
Precios con y sin impuestos
De esa manera, al igual que como se verá desde principios de año en tickets, las etiquetas separarían la exhibición de precios con y sin impuestos. Por el momento, la idea es mostrar solo el IVA y los tributos internos. Más adelante, podrían sumarse provinciales y municipales.
En principio, la medida alcanzaría a las consideradas ‘grandes empresas’ en el Régimen de Facturas de Crédito Electrónicas MiPymes de ARCA. Por caso, se verían impactadas cadenas de supermercados, casas de electro como Frávega y marcas de ropa como Zara, de grandes superficies. Comercios más chicos podrían adherir, inicialmente, de forma voluntaria.
Este cambio quedó fuera de la norma publicada en el Boletín Oficial la semana pasada, pero está contemplado en el Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor que fue aprobado por el Congreso en la Ley N° 27.743, Título VII.
Su artículo 99 estipula que “todos aquellos sujetos que realicen ventas, locaciones de obra o prestaciones de servicios a consumidores finales deberán indicar, en la publicación de los precios de los respectivos bienes o prestaciones, el importe final que deba abonar el consumidor final”.
Además, establece que “deberán indicar el importe neto sin la incidencia del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y de los demás impuestos nacionales indirectos que incidan, el cual deberá estar acompañado de la leyenda ‘precio sin impuestos’”.
Precios en dólares y publicidades
Asimismo, a diferencia de como ocurre actualmente, en el fleje de la góndola ya no sería obligatorio precisar el lugar de origen de los artículos. Pero en las publicidades sí va a ser obligatorio detallar el precio con y sin impuestos y será optativo incluir montos en dólares.
Al respecto, los comercios podrán mostrar en etiquetas precios en dólares, concediéndoles igual importancia que a los expresados en pesos. La normativa vigente ya los habilita a hacerlo, pero el artículo 2 sostiene que en moneda extranjera deben exhibirse en caracteres menos relevantes que los correspondientes a la indicación en pesos.
Así, con los cambios que se implementarían, los valores en pesos y dólares podrían mostrarse en igual tamaño, aunque, a diferencia del caso de la exhibición de precios con y sin impuestos, sería optativo.
En un capítulo aparte, también habría cambios en puntos legales en línea con el camino de simplificación en materia de regulaciones que persigue el Gobierno. Salvando la obligatoriedad de seguir mostrando las leyendas de ‘beber con moderación’ y ‘consumo prohibido a menores de 18 años’ en bebidas alcohólicas, y la especificación del retoque digital de una imagen cuando se trata de productos de belleza, el resto ya no habría necesidad de indicarlo en campañas o piezas publicitarias.
Es decir, los comercios podrían volcar esa información directamente en su sitio web con la letra chica de los aspectos legales, sin tener que mostrar el detalle necesariamente en cada publicidad que hagan. Lo mismo sucedería con las bases y condiciones, que no aparecerían más en los carteles informativos promocionales.
Más allá de la inclusión de impuestos en tickets −algo que el sector ve con buenos ojos−, admiten que tantas modificaciones podrían ser “engorrosas”. Matías Olivera Vila, titular de la ONG Lógica, puso como ejemplo las etiquetas de verduras y frutas. “El caso de la lechuga, que cuando se pesa en la balanza se le pone una etiqueta reducida que deberá contener más información que la actual”, sostuvo.
Y se refirió al modelo de Brasil, que resolvió este problema poniendo carteles en los locales que informan al cliente cuánto va a pagar, en promedio, de impuestos nacionales, provinciales y municipales, en lugar de incluir este detalle en etiquetas.
En cuanto a los precios expresados en dólares, la industria ve más factible que se implemente no tanto en súper, sino más bien en cadenas de electro y materiales para la construcción, que venden artículos dolarizados.
SN