El fútbol femenino de River Plate atraviesa un momento controversial tras los repudiables episodios ocurridos en la “Brasil Ladies Cup”. En un partido contra Gremio, que culminó de forma abrupta, seis jugadoras argentinas fueron expulsadas tras un cruce en el campo, desencadenado por incidentes, insultos, peleas y gestos racistas que algunas jugadoras realizaron hacia las jugadoras brasileñas. La situación no solo afectó el desarrollo deportivo, es además un golpe para el desarrollo del futbol femenino en general y derivó en una crisis institucional para el club de Núñez que enfrenta consecuencias legales y disciplinarias.
El enfrentamiento entre River y Gremio, que terminó 1-1 en el primer tiempo, se vio enredado cuando la arquera de las “Millonarias” fue expulsada. A partir de ese momento, comenzaron los incidentes y esto da un salto, cuando se ven gestos discriminatorios de algunas futbolistas lo cual generó una feroz controversia. Un gesto de Candela Díaz en particular, quien fue capturada en video simulando un mono, desató la furia de los jugadores rivales y de hinchas locales. A la vez también hubo provocaciones previas de un brasilero gritándole a las jugadoras de River casi al borde de la cancha, lo cual también es repudiable. Como resultado de todo esto, el partido fue suspendido y, debido a la falta de jugadoras en cancha, se resolvió como victoria para Gremio por 3-0.
En Brasil, el racismo es abordado con rigurosidad ante la ley, lo que agravó la situación de las jugadoras detenidas. Candela Díaz, junto a Camila Duarte, Jana Cángaro y Milagros Díaz, fueron arrestadas el viernes y permanecen en prisión preventiva en São Paulo, acusadas de conductas discriminatorias. La defensa, liderada por la abogada Thaís Sankari, espera que el hábeas corpus solicitado sea clave para resolver la situación, pero la resolución judicial podría demorar debido a las fechas judiciales en Brasil. Se estima que el juez convocará a una audiencia antes de tomar una decisión final.
El club de Núñez no ha permanecido en silencio ante la grave acusación. River Plate emitió un comunicado repudiando enérgicamente los hechos y anunciando que se tomarán medidas disciplinarias internas. Además, aseguraron que se comprometen a reforzar su política contra cualquier forma de discriminación en el futuro. Porque este lamentable episodio debilita el desarrollo del futbol femenino en el propio River y en su integralidad.
River Plate manifiesta su más absoluto repudio ante los gestos discriminatorios ocurridos en el encuentro con Gremio por la Brasil Ladies Cup 2024. Comunica que ya está tomando las medidas disciplinarias correspondientes y seguirá trabajando para erradicar este tipo de conductas.
— River Plate Fútbol Femenino (@RiverPlateFem) December 21, 2024
El impacto del incidente no solo afectó a las jugadoras involucradas, sino que también tuvo repercusiones en la imagen institucional de River. El torneo organizador, la Brasil Ladies Cup, expresó su repudio al acto y lamentó profundamente que un suceso tan triste opacara el desarrollo del fútbol femenino. La sanción para el club fue contundente: River no podrá participar en la competición durante los próximos dos años, un golpe importante tanto en lo deportivo como en lo institucional.
Mientras tanto, las jugadoras detenidas, Camila Duarte, Juana Cángaro, Milagros Díaz y especialmente Candela Díaz, se han manifestado arrepentidas y muy angustiadas por la situación, y sus familiares se encuentran en extremo preocupados sin poder comunicarse con las detenidas hasta el día de hoy. Sus compañeras ya han regresado a Buenos Aires, pero la resolución judicial será clave para definir si las jugadoras que continúan en Brasil, podrán estar con sus familias para las fiestas de fin de año o si deberán enfrentar una prolongada permanencia en ese país.
El caso sigue generando debates tanto en Argentina como en Brasil, y el fútbol femenino se encuentra nuevamente en el centro de la escena, ahora por denuncias de discriminación, racismo e intolerancia en el deporte. Mientras tanto los esfuerzos de River Plate continúan para agilizar la resolución del caso y que las jugadoras involucradas puedan regresar a casa antes de las fiestas.
Sin importar los escudos, este es un hecho que no se debe tolerar en ninguna institución deportiva. Hacerlo es el mejor aprendizaje para todas las jugadoras que aman este deporte y para el propio femenino de River, que tiene una rica historia humana y deportiva, empañada ahora por esta situación de la cual tendrá que reponerse.
Abril Ledesma